Monday, October 26, 2015

Cero aporte a la discusión

Cecilia Pérez, ex vocera del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, declara, según aparece en Radio Cooperativa, que la propuesta del gobierno para cambiar la constitución es un "tongo". Lo que aparece en el reporte de Cooperativa es breve y contiene algunos entrecomillados que profundizan la liviandad con que califica el proceso propuesto por el gobierno.

El gobierno de Bachelet ha propuesto un camino para desarrollar un proceso constituyente, proponiendo un espacio de debate abierto y participativo para la comunidad total. Uno de los temas que Bachelet propuso en su programa de gobierno fue, justamente, un proceso que abordara este asunto, recogiendo las voces de todo el ámbito social que constituye a la Nueva mayoría y a algunos de los otros candidatos presidenciales que no pasaron a segunda vuelta. Independientemente de que la proporción de población que votó efectivamente por ella en segunda vuelta es baja, una nueva constitución resulta ser uno de los asuntos más relevantes de su programa, y desconocer esa arista es un ejercicio de demagogia de parte de la derecha chilena, sobre todo de la UDI, que sistemáticamente se opone a las políticas de cambio que nos permitan mejorar como sociedad (Jocas, divorcio, matrimonio igualitario, píldora del día después, aborto, entre otras)


Dentro de esa misma discusión que se empieza a generar de parte del gobierno, se propone una temporada de educación cívica, asunto fundamental para cualquier ejercicio que requiere de la participación ciudadana en estos asuntos. Anteriormente la derecha se opuso a restablecer las clases de educación cívica en los colegios, fomentando la ignorancia como un estado natural población chilena. Oponerse a este proceso de antemano, significa oponerse al sano y natural ejercicio de debatir respecto de algo tan trascendental para la sociedad. 

En general, la derecha insiste en que  este proceso no llevará a ninguna parte, pues no hay contenidos propuestos para el debate, cuando justamente esta propuesta abierta permite generar contenidos desde el inicio del proceso, más allá de la impronta que está contenida en la actual Constitución de 1980, (espuria por su origen, sobre todo en los términos actuales de avance de participación ciudadana). En ningún caso eso significa que el proceso va a hacerse sin un ordenamiento jurídico, orden e inteligencia: eso sería intentar tapar el sol con un dedo, pretender que los chilenos somos imbéciles, que no hay gente capaz de guiar procesos de esta naturaleza, tan trascendentales como una constitución política. Al respecto, el poder judicial está dando una excelente señal de probidad y comprensión de lo que se trata este proceso,  pues está diseñando su propia reflexión para aportar a este camino que está proponiendo el gobierno. Eso es inteligencia para sumarse de manera constructiva al proceso en marcha. Eso es visión de Estado. Solo la política exterior chilena tiene esa estatura (aunque su efectividad es tema de otra publicación).

Al escuchar los alaridos de la derecha ante todo el camino propuesto, uno amplio, para que sea construido desde el consenso, solo puedo pensar en personas que están vislumbrando una importante pérdida de poder,  y eso los deslegitima de manera rotunda, aparte de implicar una total falta de comprensión respecto del giro la sociedad actual, y su búsqueda de mayor participación en las decisiones que se toman de la conducción del país. 

Este es tal vez el mayor espacio de reflexión ciudadana que podemos tener; los caminos están propuestos y será su propia evolución lo que determine quiénes y cómo se redacte la carta fundamental. Oponerse significa negarse a conversar y a ser partícipes de un proceso tan relevante para el país, y que tal vez pueda ser la cuna de un nuevo entendimiento que nos permita subir un par de peldaños en la forma en que estamos construyendo el país, donde el odio y la falta de argumentos legítimos y constructivos es actualmente un tema permanente y que nos está horadando como nación. 

Thursday, July 10, 2014

Planificación como comunicación

Se está planteando en Chile la realización de una profunda reforma educacional, tema de debate que ha sido instalado por estudiantes y movimientos sociales desde por lo menos el año 2006, con una "revolución pingüina" (pingüina por el vestuario de los escolares chilenos) y un 2011 también muy intenso en materia de marchas.


Al igual que sucedió luego del terremoto de febrero de 2010, se está planteando un plan complejo para desarrollar, el que no se está planteando a la sociedad desde la planificación, sino que se está planteando desde los hechos. Hay que entender que esta reforma involucra una revolución en la forma en que se están haciendo las cosas, y un cambio en la visión que tenemos como sociedad acerca del tema más importante del hacer país: educar. Los espacios de deberes y derechos están en debate y las opiniones son tajantes y con grandes distancias ideológicas. Los actores involucrados son muchos: profesores, directores de colegios, corporaciones municipales, el mundo político, empresarios de la educación, alumnos, padres y apoderados, prensa, pedagogistas y en definitiva, todo el país, por lo que aunar criterios es uno de los mayoes desafíos que se ha planteado en el país desde hace mucho tiempo. 
Si un proyecto de esta envergadura se empieza a enviar al parlamento por partes, asunto totalmente razonable dado su tamaño, y no se entega el panorama general del proyecto que se está desarrollando, evidentemente surgirán voces que alertarán públicamente acerca del errado énfasis que tiene la reforma, pues la carencia de un panorama general es fuente ideal para especulaciones.
Respecto de la reconstrucción post terremoto de 2010 tampoco hubo una planificación unitaria que guiara el proceso. Y si la hubo, nunca se dio a conocer.

Es muy simple, si tenemos un panorama completo, sabemos de qué se trata el proceso, y la crítica puede ser mucho más constructiva y acertada. Si no conocemos dicho panorama, no sabemos en qué está pensando el ministro, y un proceso de tanta envergadura necesariamente captará la atención de todos.

   

Wednesday, January 13, 2010




Haití es hoy el infierno.
Si alguien en Puerto Príncipe se pone a pensar hoy acerca del infierno, rápidamente llegará a la conclusión de que ese país lo es; por historia y por lo de hoy, su tremendo terremoto.

Creo firmemente que ese país necesita ser colonizado nuevamente, esta vez desde una perspectiva constructiva y con el afán de levantarlo de una vez de la horrenda situación que viene arrastrando endémicamente, pero eso es un asunto muy complejo y no veo que pueda pasar en el corto plazo, para lo que Chile puede hacer un aporte hoy, concreto, pero de largo plazo. Otros países pueden hacer lo mismo, esto no es solo una posibilidad de mi país, desde luego.


Creo que urge que Chile ponga un colegio que se llame República de Chile (en su versión Creolé), donde los alumnos tengan una enseñanza de excelencia y aprendan castellano. Luego, debe haber una cantidad de becas para que varios de esos alumnos viajen a Chile a estudiar carreras profesionales y técnicas, con el compromiso de que luego vuelvan a su país a trabajar por levantarlo desde los conocimientos que adquieran acá.
Es un plan de muy largo plazo, pero estoy cierto de que será un capital cierto que podrá ayudar a ese país, que no saldrá de su situación en el corto plazo de ninguna manera, sino solo con esfuerzo y educación.
Ese es un aporte real y concreto que puede hacer una diferencia y ayudar a reconstruir el país. Sobre todo si otros países del continente hacen lo mismo. Además, será una herramienta de integración como pocas hay actualmente.

Friday, April 06, 2007

Crisis de estado


Rápidamente quiero hacer una reflexión acerca de cómo las grandes transformaciones que se han implementado en esta última década en Chile han sido mal implementadas.
Si nos ponemos a hacer memoria, podemos recordar varias revoluciones que se han implementado desde el Estado chileno en los últimos 3 gobiernos:

  • Reforma procesal penal
  • Reforma a los tribunales de familia
  • Concesión de las cárceles
  • Plan Auge
  • Plan Transantiago (y el transvalparaiso o TMV)
  • Reforma educacional
  • Modernización de Ferrocarriles del Estado
Todos estos cambios han sido anunciados como los mayores procesos de mejora que se han implementado en sus respectivos temas, con fuerte inversión en infraestructura, nuevas lógicas de operación, el fin de prácticas nefastas, más economía y un estándar de servicio de alto nivel.
Pero todos han tenido los siguientes problemas:
  • Importantes retrasos en la implementación
  • Errores de diseño y estimación de usuarios, siempre mayor a lo estipulado
  • Entrega de información cuestionada por los usuarios
  • Severo cuestionamiento de autoridades
Estos problemas se han dado combinados o individualmente y están viviendo su paroxismo en el Transantiago, que ha cobrado la cabeza de un ministro y hereda los errores del gobierno anterior, que cada día que pasa queda claro que son más y más.
Próximamente se deberán aplicar los nuevos tribunales del trabajo y ya comenzó la aplicación de la nueva Ley de Responsabilidad PEnal Juvenil, que debió enfrentar importantes denuncias de demoras que la hacen inaplicable por problemas de infraestructura desde el Sename, junto con el bullado paro de sus funcionarios y el alegato desde gendarmería. Podemos recordar las discusiones que hubo y la premura por su implementación sí o sí, sin pensar en que sin enfraestructura, esta ley se hace inaplicable, puesto que no puede aplicar lo que se espera de ella.
Ahora mismo, podemos ver cómo se discute respecto de los fondos de auxilio al transantiago y constatar como no hay argumentos de fondo desde ninguna parte, puesto que un gran sector da por muerto al transantiago y lo tilda de pésimo diseño, cuando aún no hay espacio para constatar si es bueno o no porque no ha podido ser aplicado a cabalidad. Y esto es como sumar 2 + 2: si no se aplica según lo planificado, no podemos saber si el plan es bueno, por lo tanto lo único realmente inteligente es trabajar por que se ponga en marcha el plan tal cual fue planificado, que es mejor que lo que hay sí o sí.
Vemos entonces como el estado planifica mal, y más allá que el Estado, la clase política lo hace mal, porque en su crítica, pocas veces genera una realidad constructiva. NO todos son iguales, por favor, jamás meto a todos los poíticos dentro del mismo saco, pero queda tan claro que el nivel de la discusión es básico y solo busca efectos de corto plazo y publicidad, que hace definitivamente a todos en los partidos políticos merecedores de una capacitación en argumentación, pero aprendiendo a usar argumentos reales y concretos.

Luego de ver cómo está operando el Fosis según el programa de Canal 13 Contacto, también apreciamos cómo la planificación hecha es pésima, pues se asignan recursos a familias de extrema pobreza sin conocer la realidad concreta en la que viven. Se asignan monitores par atender las familias, pero ocn sueldos bajísimos y con una cantidad extrema de familias que atender, de 80 a 100, lo que les da un tiempo insuficiente para conocer a las familias y apoyarlas como corresponde, despilfarrándose recursos y jugando con la ilusión y la ignorancia de las familias.
¿Hasta cuando el Estado y la clase política seguirá actuando de manera tan torpe? ¿Hasta cuando seremos capaces de sorpotar esta tendencia de ineptitud tras ineptitud?

Esto es un vómito, hay ideas desperdigadas y falta de rigurosidad en lo expuesto por mí, pero no puedo dejar de sentirme atacado por esta realidad y no puedo dejar de dejarlo por escrito. Espero que el pr{oximo aporte sea más argumentado, yo que alego por la falta de argumentos.

Tuesday, September 26, 2006

La revolución ad portas
















Yo no soy alarmnista, pero la realidad nos supera. La acumulación de manifestaciones de descontento ciudadano que han tomado cuerpo este año llama la atención por su vehemencia, su capacidad de discusión y recurrencia.
  • Primero los estudiantes secundarios detonaron una crisis que se observaba cotidianamente hace más de una década.
  • Los dueños de camiones empezanron una movilización que amenazó con arrastrar a los automovilistas.
  • Los trabajadores de la salud están en un estado de colapso por el fracaso de las políticas públicas endémicas: pocas camas, insumos insuficientes, atención miserable por sobrecarga de trabajo, bajo sueldos, poco personal, reclamos de los usuarios. El paro ha sido muy largo y las negociaciones difíciles y casi infructuosas, porque la Fenatss aún no cede en sus pretensiones.
  • La realidad carcelaria es paupérrima: el hacinamiento quintuplica las capacidades de las cárceles, con poquísimas posibilidades de reinserción social y nula o muy baja capacidad de reinserción social. Los parientes de los reos se afirman como bastión de su camino delictivo sin la más mínima muestra de arrepentimiento.
  • El nivel de violencia de la hinchada futbolística es creciente: no solo el estadio puede ser peligroso, sino el bus de los jugadores es también un receptáculo de hostilidades.
  • La violencia del once de septiembre no disminuye un ápice y el estado no tiene capacidad de contener ni reprimir la aparición de esa violencia. La incapacidad de la intendencia metropolitana de Santiago para mantener la acción legal contra el lanzador de la bomba molotov contra la Moneda es un ejemplo de pésima administración, determinada en este caso por la disminución del número de abogados que deben gestionar los recursos interpuestos ante la justicia:ante el reclamo del abogado en cuestión, la respuesta del vicepresidente es digna de un patrón de fundo, de los antiguos: parece que hay que trabajar aunque el pago llegue tarde sin expresar molestia alguna.
  • El nivel de competencia y hostilidad entre los diversos actores sociales es cada vez mayor: quienes tienen buenas ideas muchas veces encuentran en otros actores una inusitada oposición, con expresiones realmente fuertes y violentas hacia ellas.
  • La delincuencia, si bien no ha aumentado, sí ha crecido en calidad: los asaltos y robos tienen cada vez más violencia y el aumento de dotaciones policiales no ha contribuido a mejorar la realidad. Importantes estudios que indican las causas de dicha violencia social estriban en la falta de oportunidades, que siempre está relacionada con una educación nula, pobre o inconclusa.
  • Los alcaldes están en una situación límite de sus arcas puesto que no tienen dinero para financiar las pensiones de los próximos maestros que deben jubilar.
  • Las tomas de terrenos de las familias en calidad de allegados o precariedad de vivienda mantiene en vilo a las municipalidades.
Es lamentable ver cómo la clase política no tiene respuestas constructivas ante estas crisis que cada mes alegran al periodismo más sensacionalista. Las discusiones y recados televisivos que se entrecruzan aportan una cuota muy pobre de argumentos que sustenten sus opiniones. Cada vez que escucho a la UDI reclamar contra alguna política de gobierno, por mala que esta sea, me impresiona como gente preparada no tiene la capacidad de articular un discurso constructivo que busque mejorar la realidad, sino simplemente derribar lo que pueda.

Si nos fijamos en la gestión del gobierno, en términos generales, ante cada situación de crisis social en algún área de primera necesidad, se piensan nuevos programas para paliar los problemas, lo que va creando una sumatoria de programas y planes que se apilan desordenadamente, sin que exista una visión de conjunto de todos ellos. Necesariamente, un ordenamiento de esta naturaleza es caótico, pues fácilmente puede generar entropía entre los mismos planes. Esta realidad también atenta contra la ciudadanía, pues lo que ahora aparece como una solución está creando la torpeza del futuro: no puedo creer que en medio del trabajo de la comisión dedicada a presentar las reformas al sistema escolar, que ya tiene una cantidad enorme de personas tgrabajando, haya aún otros sectores que deban seguir planteando medidas de fuerza para ser escuchados. La movilización de los profesores, la permanencia del estatuto docente, la negativa a ser evaluados y a jubilar no pueden ser temas ausentes de la discusión de esa comisión: nuevamente habrá huecos por los que las propuestas puedan hacer agua, y las medidas que se puedan tomar por estas movilizaciones pueden después verse contrariadas por lo que la gran comisión proponga.

Esta realidad no es reflejo de la gestión de la presidenta Bachelet, sino del trabajo realizado por la totalidad de nuestra dirigencia.
Nuestra clase política no está escuchando a la población.

Nuestra clase política no está captando la totalidad del clamor popular. Esta sumatoria de llamados de atención no es normal, es un síntoma clarísimo del cansancio de la gente con las condiciones de vida que nos afectan a todos. No es ético le nivel de ganancias que experimentan las grandes tiendas, su gasto en publicidad, lo que pagan a los resotros que las publicitan versus el nivel de sueldos que están pagando a sus vendedores. No es posible que las temporeras tengan tanta tradición de vida en la pobreza, que los trabajadores del salmón no tengan acceso a los beneficios del crecimiento del sector, que se ha constituido como el segundo productor mundial de salmones (las investeigaciones las encuentran en http://www.dt.gob.cl/1601/propertyname-2283.html).

Si no nos escuchamos entre nosotros, si nuestras autoridades y nuestros políticos no reflexionan y se dan cuenta de que están haciendo un mal trabajo que ha sido una constante, porque no han tenido la capacidad de avanzar tan rápido como el mercado (¡ah, el maldito mercado!), llegará el momento en que nadie vote, como en Estados Unidos.
Esto es un vómito y tiene muy poco de científico, solo es una acumulación de impresiones con un intento de ver la totalidad del tema, que da para tesis de doctorado. SEguramente iré perfeccionando lo que acá expongo, porque el tema me interesa y algo estoy estudiando al respecto. Pero Es imposible quedarse callado ante esta realidad.
Imagino que en otros países la realidad puede ser similar. Por suerte acá en Chile no tenemos la corrupción de Argentina o México.
Dejen su comentario si creen que tengo algo de razón en lo que digo.

Tuesday, August 08, 2006

Entre la torpeza y la ceguera




La reflexión es breve:

  1. El ministro Bitrán tiene razón al eliminar el proyecto del carísimo puente sobre el canal de Chacao. Es demasiada plata a gastar ahora y en el futuro por los usuarios para un tema que puede tener una solución más barata. El ministro está pagando los errores de la administración anterior.
  2. La presideneta fue torpe al señalar que se eliminaba el puente y darse una semana de plazo para tomar una nueva decisión: comunicacionalmente era mucho más prudente esperar esa misma semana sin un anuncio que tanto revuelo causaría, y aparecer dando una solución inmediata, o una propuesta de varias alternativas de solución, de manera de generar un nuevo escenario totalmente propositivo.
  3. Los pobladores y alcaldes de Chiloé son enfermizamente impacientes. En ningún caso se señaló que no habría una propuesta de conectividad mejorada para la zona, solo se señaló que el puente se desechaba por caro. Alegar con tanta vehemencia, con tanto odio sin razón es una muestra clara de la bipolaridad nacional, que jamás ha generado escenarios agradables.

Thursday, July 27, 2006

TRATANDO AL ESPECTADOR COMO A UN IMBÉCIL


La marcada tendencia actual que tienen nuestros programas de TV en que hay presentadores, como El Termómetro, o En boca de todos, de usar cada vez más espacio para que ellos mismos hagan menciones publicitarias es enfermizo. En un mar de farándula con total ausencia de contenidos, donde a ciertos horarios es difícil encontrar una opción diferente y con discusión de peso es inaguantable tener que soportar cada 10 minutos una larga mención publicitaria. Está claro que la publicidad es necesaria y que en ciertos casos definen la permanencia de un programa, pero irrita que en un programa como El Termómetro, uno de los pocos en que hay espacio para la discusión y actores relevantes para cada tema, el flujo de la conversación se vea constantemente cortada por la mención que el conductor debe hacer de algún producto. ¡Y MÁS ENCIMA SIEMPRE LA MISMA FRASE! Es una redundancia que satura y aleja a los espectadores de la atención buscada, porque más encima se trata de productos que acabamos de ver en un comercial que dice exactamente lo mismo.
Espacios tan valiosos como estos programas no pueden desperfilarse por tanto abuso comercial, la teoría de los rendimientos decrecientes perfectamente se aplica a este caso: insistir en el mensaje no es el camino para que este ogre su objetivo.

 
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